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Ya no había remedio 
por sorpresa 
el agua contra el cristal 
de las ventanas, 
y de imprevisto 
desorden y pánico, 
las almas huyen 
de tanto desconcierto 
del terror y la muerte, 
atrapados por el mar 
que se retira y regresa 
persiguiendo mortales. 
  
Caras de dolor 
golpeadas por el agua, 
yacen arrastradas 
en su último latido, 
morir en cada instante 
en un paisaje desolado 
al grito de impotencia, 
y cada noche que llega 
gente atemorizada 
entre la devastación, 
y cada día que pasa 
desesperación 
soportando la tragedia. 
  
La desolación 
única imagen imborrable, 
que encontraron los ángeles 
cuando descendieron 
para llevarse las almas 
flotando entre las nubes, 
luto en el cielo 
los espíritus están en duelo. 
  
Por los gritos de clemencia 
que no fueron escuchados, 
lanzo plegarias al viento 
que corre los mismos lugares, 
donde las almas profanadas 
cruzaron la puerta de salida 
hacia otros mundos, 
tal vez fuera 
un capricho del destino. 
  
  
Copyright © Ricardo Miñana 2011 
 
  
    
In Memoriam 
26/12/2004, Océano Índico, 
230.000 víctimas mortales. 
  
In Memoriam 
11-03-2011, Japón 
 9.523 víctimas mortales 
16.094 personas desaparecidas. 
  
 
 
 
            
        
          
        
          
        
Regreso del olvido 
de un tiempo acaecido 
a un mundo del pasado 
en esta tierra soñada, 
cual canto del poeta 
palabras que lagrimean, 
prendiendo lo vivido 
que ayer abrió mi alma 
y hoy abre el vacío; 
regreso a un lugar 
de momentos dorados 
con raíces que florecen 
en huellas de nostalgia, 
y atesoran el olvido 
aquel día que naciera 
cuando tu eras mi alma. 
  
Regreso a lo extraño 
a la situación sensible, 
al desierto de tu amor 
que causa desespero, 
sin las miradas del ayer 
cuando juntabas tu boca 
apareabas tu lengua 
y besabas mis labios, 
sintiendo tus senos 
abrazados a mi cuerpo 
en eterno ensueño, 
son tiempos pasados 
que siguen latiendo 
y resurgen coloridos, 
tiembla mi corazón 
disfrazando el entorno 
vinculado a tu imagen, 
que no puedo olvidar. 
    
Copyright © Ricardo Miñana 2011

  
¡Felices fiestas!
 
 
 
            
        
          
        
          
        
Volver al mismo lugar 
a los ayeres olvidados 
merodeando el pasado, 
volver a los recuerdos 
momentos entrañables 
despertando en su letargo, 
volver al ayer fugaz 
a las raíces de antaño 
que brotan con el tiempo 
deshojadas en el pasado. 
  
Volver tras las huellas 
de tu sonrisa 
deletreando tu nombre, 
enarbolando los abrazos 
que quedaron en el aire 
cuando el viento peinaba 
tu hermosa cabellera, 
donde abrazados 
florecían los besos 
como rosas en primavera. 
  
Volver al pasado 
transitando la nostalgia 
y amanecer en soledad 
como un extraño, 
volver al silencio 
evaporando lo vivido 
en el vacío que acecha, 
y poder confirmar 
lo que nunca más volverá 
o si realmente estuvo. 
  
Volver a la imaginación 
tras tus pasos 
musitando el verbo amar 
el resto de mis días 
que llegan y se van, 
y soñar contigo 
descubriendo el dilema 
como último verso 
que late en mi corazón, 
y enmudece concluido 
entre destinos escritos. 
  
  
Copyright © Ricardo Miñana 2011 
 
 
 
 
            
        
          
        
          
        
Voy tras el eco de tus pasos 
augurio de sensaciones, 
que vibran hermosamente 
entre mis deseos escondidos. 
  
Tu mirada es toda placidez 
tu sonrisa presagia emociones, 
y detrás de tu dulce caminar 
tus movimientos me hechizan. 
  
Ante la geometría de tus caderas 
el deseo se desborda en mi piel, 
vulnerando mi instinto 
que te recrea en la imaginación. 
  
Tus movimientos generosos, 
aceleran mis ávidos anhelos 
en poseer tu calidez amante, 
al ritmo verso de tu caminar. 
  
El amor es como la ola 
que suave acaricia 
entre susurros de la brisa, 
y sendos rumores 
del oleaje que se avecina. 
  
Impúdica jugueteas 
dispuesta a la lujuria, 
y despertando los sentidos 
la sensación más hermosa.
  
En lluvia de emociones intensas 
cruzaba placeres de otro mundo, 
y a tus balanceos de fantasía 
mi alma volaba por las nubes. 
  
Recibías la embestida 
entre susurros de poesía 
reclamando mar adentro, 
y sin ningún protocolo 
acabamos extáticos. 
  
En tus bajantes tendió la lluvia 
que apagas con fuego delicioso, 
y al alcanzar el éxtasis 
en ti suspiro amante perfecta. 
  
  
Copyright © Ricardo Miñana 2011